En plena estación seca en la mayor parte del país, está comenzando también la temporada crítica de incendios, que suele extenderse hasta avanzada la primavera.
Por eso, en las últimas horas comenzaron a encenderse las primeras alertas en torno a esta situación.
Por ejemplo, el Gobierno de Córdoba informó que en esa provincia ya comenzó la época de alto riesgo de incendios y emitió recomendaciones para evitarlos.
Mientras tanto, también surgieron advertencias desde entidades ligadas al agro sobre la necesidad de trabajar en la prevención.
“Ley de Manejo del Fuego: es hora de un nuevo debate que corrija los errores del pasado”, es el título, por ejemplo, de un comunicado que emitieron de manera conjunta la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) y la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).
Ambas instituciones, que forman parte de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), recordaron la crisis que se vivió en 2022 con los incendios en las islas del Río Paraná y pidieron que se reviertan las modificaciones normativas que se hicieron en diciembre de 2020 y que afectan la actividad.
LOS INCENDIOS Y LA LEY DE MANEJO DEL FUEGO
En concreto, a partir de un proyecto impulsado por Máximo Kirchner, el Congreso Nacional aprobó ese año modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego, limitando el uso privado y comercial de tierras incendiadas, prohibiendo específicamente el desarrollo de emprendimientos o actividades diferentes al uso que esos campos tenían al momento del incendio y la venta de dichos inmuebles, en plazos que oscilan entre los 30 y los 60 años.
“Esta modificación nunca presentó respaldo técnico, ni desde el más mínimo sentido común, y fue edificada desde un desconocimiento total de la problemática rural, con absoluta arbitrariedad y con profundas fisuras jurídicas”, reclamaron Carsfe y FARER.
El problema, según interpretan, es que los cambios introducidos por el kirchnerismo no separan, entre otros aspectos, un incendio intencional de uno accidental, transformando la norma en un sinsentido.
“De este modo, la ley actual considera de antemano que existe una presunción de intencionalidad, condenando a quien sufrió un accidente en su campo, sin tener derecho mínimo a la defensa”, continuaron.
Además, recordaron que “la coyuntura política del momento de la sanción de estas modificaciones dejó al desnudo la incapacidad del Estado para controlar el fuego y de buscar elementos lógicos y aplicables en un tema que merece atención y acción por parte de las autoridades de turno”.
🔴 COMUNICADO FARER, CARSFE Y CRA
Ley de manejo del fuego: es hora de un nuevo debate que corrija los errores del pasado.
Link al comunicado ➡️ https://t.co/iLtGUdZdly pic.twitter.com/w21hKss61J
— CRA (@CRAprensa) July 22, 2024
En este escenario, consideraron importante reflotar este tema, habida cuenta que en diciembre de 2023, fue el propio presidente Javier Milei quien prometió rever esta Ley.
“Resulta necesario al menos rever los artículos que conspiran contra la producción y que aplican castigos en lugar de soluciones, ya que las modificaciones introducidas conllevan en su seno injusticia, arbitrariedad, desconocimiento, y no consigue, de modo alguno, ir tras una solución al problema de origen”, finalizaron.
LOS INCENDIOS Y EL APORTE DE LOS AVIONES AGRÍCOLAS
Por otra parte, la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca) también emitió un comunicado en el que recordó que estos aviones pueden ser muy importantes no solo en la lucha contra el fuego de manera aérea, sino también para resembrar zonas que eventualmente queden devastadas por las llamas.
“Su capacidad para cubrir grandes áreas rápidamente, distribuir semillas uniformemente y acceder a terrenos de difícil alcance la convierte en una herramienta invaluable en los esfuerzos de recuperación ambiental”, subrayó Fearca.
Tras repasar que durante los últimos años, los incendios forestales causaron estragos en el país, destruyendo flora y fauna, y dejando la tierra vulnerable a la erosión y a la pérdida de nutrientes, la Federación enfatizó que “la aviación agrícola es una solución eficiente y efectiva para resembrar y restaurar estas áreas afectadas”.
En este marco, enumeró los beneficios la hora de la resiembra por vía aérea:
Una es la cobertura rápida y eficiente, ya que la aviación agrícola permite la siembra de grandes extensiones de terreno en un tiempo relativamente corto. Los aviones pueden cubrir áreas amplias que serían inaccesibles o muy difíciles de alcanzar con métodos terrestres. Esta capacidad es crucial para una respuesta rápida después de un incendio, lo que ayuda a prevenir la erosión del suelo y la degradación adicional del área afectada.
Otro de los beneficios es la distribución uniforme de semillas, porque los aviones agrícolas están equipados con tecnología avanzada que asegura una distribución uniforme de las semillas sobre el terreno. Esta uniformidad es esencial para asegurar una germinación y un crecimiento consistentes, lo que aumenta las probabilidades de éxito en la restauración del ecosistema.
Por otro lado, muchas zonas afectadas por incendios son de difícil acceso debido a la topografía o a la destrucción de caminos. La aviación agrícola permite el acceso a estas áreas sin necesidad de construir infraestructuras temporales, lo que reduce el impacto ambiental adicional y los costos asociados.
Además, la siembra aérea maximiza la eficiencia en el uso de semillas y otros recursos. Los pilotos pueden ajustar la altura, la velocidad y la dispersión de las semillas para optimizar la cobertura y minimizar el desperdicio. Esto es especialmente importante en programas de restauración donde los recursos pueden ser limitados.
El uso de aviones minimiza la necesidad de que los equipos de trabajo entren en las áreas afectadas, lo que reduce el impacto humano en estos frágiles ecosistemas. Esto es particularmente relevante en zonas donde la fauna y la flora están tratando de recuperarse y cualquier perturbación adicional podría retrasar el proceso de regeneración.
Los programas de siembra aérea pueden adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del terreno y del clima. Los aviones pueden operar en una amplia variedad de condiciones meteorológicas y topográficas, lo que proporciona una flexibilidad que no se encuentra en muchos otros métodos de restauración.
La aviación agrícola permite la dispersión de una amplia variedad de semillas, incluyendo especies nativas que son esenciales para la recuperación del ecosistema. Esto no solo ayuda a restaurar la vegetación, sino que también proporciona hábitats vitales para la fauna local, promoviendo así la biodiversidad y la resiliencia del ecosistema.
“En resumen, la aviación agrícola ofrece una solución eficaz y eficiente para la reforestación y restauración de zonas devastadas por incendios”, insistió Fearca.
Y remató: “Con el apoyo adecuado, la aviación agrícola puede desempeñar un papel crucial en la restauración de nuestros ecosistemas y la mitigación de los efectos de los incendios forestales”.