En el marco de la campaña “No comprometas tu salud”, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dio a conocer una serie de recomendaciones para prevenir la salmonelosis, una de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) más frecuente.
¿Qué es Salmonella y que provoca?
En gran parte, se contrae a través de alimentos contaminados, algunos más sensibles a la bacteria que produce la salmonelosis:
Carne cruda vacuna, de ave y de pescado. Las heces se pueden introducir en la carne cruda vacuna y de ave durante el proceso de matanza. Los mariscos y los pescados pueden estar contaminados si se obtienen de agua contaminada.
Huevos crudos. Si bien la cáscara del huevo puede parecer una barrera perfecta contra la contaminación, algunas gallinas infectadas producen huevos que contienen salmonela antes de que la cáscara se forme siquiera.
Frutas y vegetales. Algunos productos agrícolas frescos pueden haber sido hidratados en el campo o lavados durante el procesamiento con agua contaminada con salmonela. La contaminación también puede ocurrir en la cocina cuando los jugos de la carne cruda de res o de ave entran en contacto con alimentos sin cocinar, como las ensaladas.
Prevenir y extremar cuidados al preparar la comida
Las carnes y pescados deben estar refrigerados o congelados.
Es conveniente rechazar los huevos que no estén etiquetados y los que no lleven fecha de consumo. Si están sucios o rotos no se recomienda su consumo.
Evitar que las carnes puedan escurrir sobre otros alimentos destinados al consumo en crudo.
No partir los huevos en los bordes de los recipientes donde vayan a ser batidos y empleen dicho recipiente únicamente para esa operación.
No separar las claras de las yemas aprovechando la propia cáscara del huevo.
Evitar comer huevos crudos o alimentos donde el huevo no esté completamente cocido.