Aunque no es una tecnología inventada en Argentina, sí es el país donde más se usa: en tiempos de cosecha como el actual, es muy común ver los campos argentinos repletos de silobolsas en las que se almacenan los granos recolectados hasta que sean enviados a un acopio, a otro establecimiento productivo, a una industria o a los puertos.
Hace más de 20 años que este implemento de poscosecha viene creciendo en adopción en el país, pero con el paso del tiempo se han detectado muchos problemas, sobre todo en su vulnerabilidad.
Además de lo sencillo que resulta para delincuentes poder tajearlos y robar o desperdiciar la mercadería, también son susceptibles a ataques de animales salvajes (roedores, mulitas o jabalíes, por ejemplo) y a veces alguna filtración puede generar condiciones inadecuadas de humedad o sanidad, que perjudiquen la calidad de lo cosechado.
En ese marco, las tecnologías siguen evolucionando y en ese sentido se anota CIMC Wetrans, que en la pasada Expoagro presentó su línea de contenedores desarrollados específicamente para el agro y ahora está proponiendo el uso de sus modelos BULK con un destino innovador: el almacenamiento de granos, como si fuera un silobolsa, pero mucho más segura.
CÓMO SON LOS “CONTENEDORES SILOBOLSA”
“La principal desventaja del silobolsa es su vulnerabilidad, tanto así que, para romperlos, basta solo con pincharlos. Y es algo que sucede en muchos casos intencionalmente. Por ejemplo, según un mapa del delito rural elaborado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el daño a silobolsas es la segunda modalidad entre los casos de inseguridad en los campos, después del robo de ganado”, repasó Romina Parquet, CEO de CIMC Wetrans.
A esto se suma que el almacenamiento en las bolsas plásticas requiere más cuidados porque, como se mencionó, una mala conservación y desperdicio de los granos por mal llenado, un cerrado defectuoso, la ruptura por piedras, la filtración de agua o el ingreso de roedores, se traduce en una pérdida de calidad, cantidad y rentabilidad de la producción.
“Frente a estas desventajas, los contenedores Bulk de CIMC Wetrans cuentan con la garantía de calidad del fabricante número 1 del mundo. Funcionan como una fortaleza en el medio del campo y están diseñados con tecnologías avanzadas para preservar la máxima calidad de la cosecha”, valoró Parquet.
UN APORTE TAMBIÉN A LA SUSTENTABILIDAD
En tanto, otro aspecto que subrayó la ejecutiva no es menos importante: el uso de contenedores en reemplazo de silobolsas ayuda a elevar la sustentabilidad productiva.
Esto es así porque el silobolsa en general tiene una vida útil de solo dos años y, una vez que ya fue usada, no sirve más, y en general se transforma en un desecho, salvo en los pocos casos en que es reutilizado para otros fines.
“Los contenedores, en cambio, son infinitamente reciclables y su vida útil es de aproximadamente 50 años -dependiendo siempre de su mantenimiento y cuidado-. De esta forma, la amortización de su costo está asegurada. Además, la producción de silobolsas demanda millones de toneladas de plástico, un recurso altamente contaminante”, amplió Parquet.
Además, otro dato a tener en cuenta es que no solo se pueden usar para granos, sino que eventualmente se pueden almacenar otros insumos en caso de ya no requerirlos para la carga a granel, por lo que resultan sumamente convenientes y funcionales.
“Por estas razones, y en línea con las tendencias globales, el uso de los contenedores en el agro viene ganando terreno por ser una propuesta más segura, sustentable y eficiente, invirtiendo en un producto especialmente preparado para proteger las delicadas cosechas, durante mucho más tiempo”, cerró Parquet.
Para más información: http://delfingroups.com/landings/contenedores/