Desde el año 2000 a esta parte, se estima que nuestro país perdió más de 4 mil millones de dólares por consecuencia de los limitados avances en genética, producto de la poca inversión de las empresas por la falta de un reconocimiento claro de su propiedad intelectual en las semillas.
En el marco de JAT de Soja organizada por DonMario, Patricio Munilla puso de manifiesto esa situación, al recordar que el reconocimiento de la propiedad intelectual es clave para la Argentina, “entendiéndolo como un jugador que hoy no está pudiendo expresar sus mejores movimientos”, resaltó parafraseando con el fútbol.
El clásico de la soja se jugó en Pergamino y posicionó a sus mejores variedades
“Cuando tu jugador estrella no puede brillar, los partidos importantes seguramente los pierdas. Hoy es lo que nos está pasando, gracias a que la propiedad intelectual no puede brillar en el partido de las biotecnologías”, declaró Munilla en dialogo con Infocampo.
Es que según el vocero, Argentina está en desventaja con respecto a Brasil y Estados Unidos. “Tenemos únicamente tres biotecnologías disponibles para el cultivo de soja, mientras que en Brasil y en Estados Unidos hay cinco y siete respectivamente. Se trata de biotecnologías que serían fácilmente adaptables a nuestro país y que traerían soluciones a problemas que afectan a nuestra agricultura”, indicó.
LA CARRERA PERDIDA EN LA BIOTECNOLOGÍA
Indudablemente, con menos tecnologías disponibles, la producción de soja en nuestro país, comparada con Brasil y Estados Unidos, cae año tras año. No obstante, el objetivo de la industria semillera es revertirlo.
“En los últimos 20 años, la ganancia genética de soja en Argentina es de 20 kilos por hectáreas, mientras que en Brasil y Estados Unidos es de 45 kilos por hectáreas. Este ejemplo nos permite entender que hemos perdido 500 kilos por hectárea de ganancia genética”, afirmó.
Por ese motivo, en su disertación en las 27° JAT de Soja, el espíritu de su charla fue comentar la importancia del reconocimiento de la propiedad intelectual como algo que tiene que cambiar en Argentina, de la mano de una herramienta impulsada por la industria de la semilla: Sembrá Evolución.
“Este sistema nos ayuda a generar un ámbito de negocio fructífero, tanto para los productores con mejores variedades y con nuevas biotecnologías, para los comercios que distribuyen esas variedades, para los multiplicadores que las multiplican, y obviamente para los obtentores de genética y biotecnología, abriendo el juego a más y mejores inversiones”, manifestó el entrevistado.
COMO EL VAR EN EL FUTBOL
Trasladando el tema al ámbito futbolístico, durante sus comienzos, el VAR fue una herramienta tan disruptiva como polémica.
Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, se transformó en una metodología extremadamente importante para que haya justicia en el campo de juego. Para Munilla, lo mismo ocurrirá con Sembrá Evolución.
“Cuando Sembrá Evolución nació en 2022 traía cambios profundos al agro. Incluso muchos lo miraban con temor. Sin embargo, a dos años del lanzamiento, ya podemos ver que el productor se está adaptando y entendiendo la problemática del reconocimiento de la propiedad intelectual,y los obtentores de genética también se sienten un poco más seguros”, argumentó Munilla.
Sembrá Evolución aspira a duplicar hectáreas y superar el 20% de la soja sembrada en Argentina
En ese sentido, destacó que las proyecciones a dos o tres años son muy positivas, debido a que el sector semillero está convencido que no habrá más productores que quieran estar a fuera de Sembrá Evolución.
“Hoy tenemos más de 2 millones de hectáreas implantadas bajo este sistema y en la presente campaña esta cifra de multiplicará a 4 millones. Por ese motivo nuestras proyecciones son ultra optimistas, lo que no deja de ser una excelente noticia para la producción argentina”, concluyó.
