La tecnología en aplicaciones de productos permite ganar eficiencia y rentabilidad al momento de usar la pulverizadora.
En el caso del sistema Weedseeker 2 -desarrollado por la firma D&E- detecta y aplica herbicida en las malezas, a partir de tecnología óptica avanzada y una gran velocidad de procesamiento.
El productor agropecuario Martín Vidoret es un usuario de esta tecnología. Desde su base operativa en la localidad santafesina de Arteaga maneja unas 15.000 hectáreas con la tencología Weedseeker 2, distribuidas en tres provincias.
Su planteo productivo incluye maíz, soja, trigo, girasol y sorgo, entre otros cultivos.
Junto a su padre y su hermano, conduce la agricultura de la empresa familiar, que también integran su tío y primos. Trabajan unas 40.000 hectáreas con la pulverizadora, sumando la superficie de Arteaga y las que tienen en las zonas de Río Cuarto (Córdoba) y Realicó, en La Pampa.
La empresa de los Vidoret tiene su propia pulverizadora, una John Deere 4730, con un barral King de 36 metros de fibra de carbono, equipada de punta a punta con Weedseeker, pero con una configuración particular.
El productor detalló que esta máquina la usan solo para el área que ellos trabajan y que no toman superficie como contratistas. Esta pulverizadora en particular tiene doble barra, con un tanque aparte especialmente para las aplicaciones que hace el Weedseeker.
Un dato llama la atención: la máquina tiene dos bombas de pulverización. “Una alimenta una de las líneas de picos de la barra, con los que aplicamos los preemergentes, y la otra trabaja con la siguiente línea, conectada a los 36 metros de Weedseeker 2”, explicó Vidoret.
Y agregó: “En la misma pasada aplicamos el herbicida que va en cobertura total con el selectivo”, puntualiza. De este modo, la doble línea y la doble bomba fueron las soluciones innovadoras que hallaron para no pasar dos veces con la máquina por el mismo lugar.
Una de las características del Weedseeker es su versartilidad. Por ejemplo, en la misma pasada se aplica UAN con una línea y con la otra el graminicida necesario para combatir los manchones de sorgo de Alepo.
A principios de octubre suelen sembrar girasol y el equipo es fundamental para esa labor. “Aplicamos un sulfentrazone para evitar los nacimientos de yuyo colorado, mientras que en la línea del herbicida selectivo va un glifosato con 2.4D para combatir a la Rama Negra o la maleza que esté naciendo en ese momento”, explicó.
BAJA INVERSIÓN Y ALTO RETORNO
La puesta a punto del sistema Weedseeker 2 en la pulverizadora John Deere requirió de una inversión de U$S 30.000, un valor bajo en relación al valor del equipo. “Si no hacíamos eso hubiéramos tenido que comprar otra pulverizadora y la verdad es que no podíamos, estamos muy contentos, el ahorro que logramos es tremendo”.
El productor reconoció que “el nuestro fue uno de los primeros Weedseeker 2 y rápidamente me convenció. Hoy, varios años después, estoy convencido de que fue una inversión buenísima. Tengo equipo para toda la vida y al segundo año ya lo había pagado. Además del ahorro, es muy importante también el aporte que genera al cuidado del medio ambiente, algo que nosotros miramos mucho”.
Además de las prestaciones de la herramienta, Vidoret valoró el respaldo que recibe del servicio técnico de D&E, que en su caso se encuentra en la localidad cordobesa de Marcos Juárez.
“Siempre estuvieron arriba del equipo cuando los necesité y hace pocos días me hicieron un servicio técnico completo de manera gratuita, que realmente nos sirvió mucho para darle para adelante en la campaña con total tranquilidad”, detalló.
Y concluyó: “Ahora, con una economía un poco más estable quizás más productores y contratistas se animen a aprovechar la financiación disponible para comprar el equipo. No se van a arrepentir, se paga solo”.
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