El trigo pierde toneladas, pero aún tiene chances de hacer una producción histórica

El trigo pierde toneladas, pero aún tiene chances de hacer una producción histórica

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) redujo en un millón de toneladas su estimación de cosecha de trigo, debido a la falta de agua que han sufrido muchos lotes que están en período crítico en varias zonas del país.

Al momento de sembrarse, en función de la cantidad de hectáreas implantadas, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR proyectó que podían alcanzarse 20,5 millones de toneladas.

Sin embargo, a raíz de la mencionada escasez de lluvias, el primer pronóstico productivo ya con gran parte de los lotes en estadios avanzados, se achicó a 19,5 millones.

De todos modos, todavía hay un vaso medio lleno para observar: si se consolida la llegada de precipitaciones, como las que ocurrieron durante los últimos días, esta última cifra podría mantenerse y significaría la segunda mayor producción en términos históricos.

CÓMO VIENE EL TRIGO 2024/25

“A pesar de las recientes tormentas, las lluvias importantes no llegan y el cultivo atraviesa el período crítico perdiendo potencial de rinde”, resume la GEA en su informe mensual nacional.

Y agrega: “Un escenario muy complejo y que aún puede empeorar”.

Como se mencionó, el gran problema es que no hubo descargas hídricas suficientes para sostener los potenciales de rendimiento.

Salvo las lluvias de principios de mayo sobre el este de la región pampeana, la tormenta de Santa Rosa, y algunos milímetros que fue sumando el este de Buenos Aires bonaerense, “la campaña triguera 2024/25 no recibió lluvias importantes en lo que va del ciclo”, asegura la entidad rosarina.

Incluso, considera que “el mes de setiembre ha sido inclemente con la falta de agua, y con el comienzo de octubre, el escenario no cambió”.

Las lluvias trajeron un respiro, pero algunas zonas se quedaron esperando: “La falta de agua persiste”

Por eso es tan importante rescatar las recientes tormentas del 7 al 8 de octubre, que favorecieron fundamentalmente al centro-norte de Córdoba y Santa Fe, aunque se trata de zonas que no son tradicionalmente de las más importantes para la producción triguera.

Y aún con estos aportes, “en la imagen de reserva de humedad actualizada al 9/10, no hubo mejora y las áreas siguen en rojo: para tener condiciones óptimas se necesitan 120 a 180 milímetros”, añade el reporte.

Las lluvias también alcanzaron a Entre Ríos y Corrientes con valores de 30 a 50 milímetros. Pero para el resto de la región pampeana, los registros fueron nulos o muy escasos.

Lote de trigo en Villa María, Córdoba. (Gentileza Bolsa de Cereales de Córdoba)

MÁS TRIGO QUE EL AÑO PASADO

En este marco, cabe recordar que la campaña triguera 2024/25 comenzó con una siembra de 6,7 millones de hectáreas –siempre de acuerdo con las estimaciones de la GEA–, lo que implica un 22% más que las 5,5 millones de 2023/24.

El informe de la BCR recuerda que hubo fuertes incentivos para incrementar la superficie: buenos precios internacionales, buenas reservas de agua en los suelos y el efecto chicharrita y su limitación en la siembra de los maíces tardíos en las zonas afectadas, para mantener gramíneas en las rotaciones.

El problema, vale insistir, es que desde mediados de mayo no hubo lluvias significativas para reponer la humedad perdida y las reservas de los suelos han pasado a la condición de sequía en Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero y Chaco, e incluso en parte del SO y NO bonaerense.

“Hasta el lunes 7 (antes de las lluvias mencionadas) se estaba teniendo en cuenta que el 40% del trigo argentino estaba en condiciones regulares a malas, o sea unas 2,7 millones de hectáreas”, menciona el relevamiento, y lamenta que la consecuencia es un cultivo que “sigue deteriorándose, mientras se van cumpliendo etapas claves de definición de rinde en Argentina”.

“Es urgente la necesidad de lluvias importantes a gran escala para poder completar los granos y detener la caída que se viene corroborando semana a semana”, advierte.

Bajo este panorama, el cálculo de la GEA es que no se cosecharían unas 310.000 hectáreas y que la cosecha llegaría a 19,5 millones de toneladas, lo que implica un 31% más que las 14,5 millones de toneladas del ciclo pasado.

Así, “el ciclo de trigo 2024/25 sigue posicionándose como la segunda producción más importante de las últimas 15 campañas, junto a la 2019/20, si se produce un cambio rotundo del clima en lo que resta de octubre y noviembre que sostenga estos valores de rindes estimados”, completa.

EL PANORAMA REGIONAL DEL TRIGO

Por último, el informe traza un panorama puntual para las diferentes regiones trigueras:

Buenos Aires: en el este, el cultivo comenzó con excelentes condiciones y las lluvias mes a mes afianzaron un escenario de alta productividad, sobre todo en zonas claves, como el sudeste. El bastión triguero, si bien quedó fuera de las recientes tormentas, se estima que alcanzaría rindes de un altísimo potencial. La provincia se perfila para superar un rinde de 37 qq/ha.
Córdoba: el trigo pasa por un escenario muy complejo y con una necesidad urgente de seguir recibiendo agua. Se estima por ahora una media provincial de 27 qq/ha.
Santa Fe: también muestra una urgente necesidad de recibir agua en el corto plazo y se estima un rinde de 28,9 qq/ha. En estas dos provincias ya se está descontando área triguera por la falta de agua.
Norte del país: nuevamente la cosecha triguera será mala y no se descarta que termine tan mala como la del año pasado. Entre Santiago del Estero y Chaco se estima que se perderán 70.000 hectáreas y rindes de 10 a 15 qq/ha. Lamentablemente, si no hay un rápido auxilio de las lluvias, este sería el tercer año consecutivo de desastre productivo para el trigo de ambas provincias.

El informe completo se puede consultar AQUÍ 

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