En las últimas tres décadas, el área de picado de forrajes a nivel nacional experimentó un fuerte crecimiento: la expansión del área agrícola, la intensificacion de la ganadería y el desarrollo de la industria metalmecánica contribuyeron a esta expansión.
De acuerdo a datos de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF), entre los años 1994 y 2024, el area de picado a nivel nacional creció de 80.000 hectáreas a 2,4 millones de hectáreas. De esa superficie, un 53,5% se destina a carne y un 45,9% a la producción tambera.
El maíz es el cultivo estrella y representa un 59,9% de los ensilados, seguido por verdeos y pasturas (30%) y el 10,1% restante a sorgo.
Al analizar la distribución geográfica de la actividad, Córdoba encabeza el podio con un 31,1% del total picado a nivel nacional, seguido por Buenos Aires -29,3%- y Santa Fe, con 16,9%.
“Vemos señales claras”: el picado juega su partido para aumentar las ventas de maquinaria
En el marco de un evento organizado por la firma Claas Argentina -en donde celebraron el 50° aniversario de su picadora Jaguar- el presidente de la CACF, Luciano Toldo, analizó el paso a paso de este salto productivo en la producción forrajera nacional.
-¿Cómo fue el salto tecnológico que permitió llegar a las 2,4 millones de hectáreas?
-De las 80.000 hectáreas de la campaña 93/94, muchas eran de picado grueso. El cambio comenzó en el picado fino, donde vieron que la vaca aprovechaba mucho mejor el producto, entonces de esta manera al asimilar mejor este forraje, los números se mantenían más fácil. Después se empezó con alguna máquina nacional, pero con un crecimiento muy leve. Cuando desembarcaron las picadoras de Claas, el cambio fue tremendo y la evolución fue masiva. Esto hizo que año año se incrementen la cantidad de hectáreas de picado y todos los años sigue esta tendencia, no es que la superficie va declinando.
-Si ponemos los faros largos, ¿cuánto puede crecer el área de picado forrajera en los próximos 10 años?
-Creo que se puede incrementar año a año, estamos creciendo sobre las 100.000 hectáreas mensuales y esa tendencia dependerá de los productores. Tenemos un buen panorama, si se acomodan los números en leche y carne ayudará a que podamos agregar valor a la agricultura. Vemos una evolución tranquila, pero sostenida.
-¿Cómo ven la incidencia de la chicharrita en la próxima campaña de picado?
-Este año creemos que el sorgo va a ser un jugador más importante debido a esta plaga charrita, será un cultivo que estará un poco más presente. Los productores que necesitan generar una base forrajera se inclinarán por el sorgo por una cuestión de seguridad y aunque quizás no lleguen a los niveles de calidad de un maíz, el sorgo hecho de buena manera puede servir como base y es una opción ante la aparición de la chicharrita.
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-Como llegarán los contratistas forrajeros para el próximo ciclo de picado?
-Esta campaña será diferente, porque vamos a comenzar con pasturas de muy poca calidad y muy bajo rendimiento.También comenzaremos con un maíz tardío, porque casi no se pudo sembrar en muchas partes, entonces veremos que ocurre con el sorgo y después los maíces de segunda. Las gramíneas serán otro jugador importante, se tendrán que implementar para poder cumplir y contar con una base forrajera. Este tema de retrasarnos nos complica financieramente, porque ahora nosotros tenemos mucha inversión en reparación y renovación de maquinaria, tenemos un parque atrasado. Al no poder ingresar la cantidad de máquinas que se necesitaban y sin herramientas financieras que acompañaran, el parque de maquinaria no se renovó desde hace varios años. Estamos con la esperanza de poder cambiar nuestros equipos lo antes posible.