“Debemos ser líderes globales en la oferta de alimentos y energía, con baja huella ambiental”

“Debemos ser líderes globales en la oferta de alimentos y energía, con baja huella ambiental”

Hace más de 35 años, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) nació con el objetivo de impulsar precisamente este modelo tecnológico que evita la labranza de los suelos y, por ende, disminuye la erosión.

Para Marcelo Torres, el actual presidente de Aapresid, esto es una muestra de la sustentabilidad que forma parte de manera natural del campo argentino y constituye una oportunidad en el contexto actual de la historia en el que las demandas de una producción más amigable con el ambiente se han potenciado, ante el temor de los perjuicios generados por el cambio climático.

“Podemos y debemos ser líderes globales en la oferta de alimentos y energía con baja huella ambiental, fue una de las frases de Torres que retumbó en el gigantesco auditorio Nueva Amarok, armado en el predio ferial de La Rural de Palermo, donde por primera vez se realiza el Congreso Aapresid.

“Podemos ser referentes de una producción agropecuaria sustentable y moderna, con los productores como tractores de la innovación y los cambios tecnológicos, junto con la ciencia”, agregó el líder de la Asociación.

Comenzó el Congreso Aapresid, por primera vez “conectado” con la gran ciudad

EL AGRO ARGENTINO, EJEMPLO DE MENOR HUELLA AMBIENTAL

Repasando la evolución a lo largo de los años de Aapresid, Torres recordó que el origen fue el impulso de la siembra directa, pero con el paso de los años el propósito de adoptar modelos agronómicos más sostenibles derivó en trabajar sobre otras prácticas importantes, como la rotación de cultivos y la siembra de cultivos de servicio, para lograr el objetivo máximo de suelos “siempre vivos y siempre verdes”.

“Aapresid es una asociación hecha por productores que hace más de 35 años trabajamos en el lote, con el fin de desarrollar conocimientos y soluciones para cada problema. Ahora tenemos que abordar el desafío de producir 40% más de alimentos y generar más energías renovables, pero con menor impacto en el ambiente”, insistió Torres.

Pero en ese marco, resaltó que Argentina es uno de los países que tiene más avanzado el liderazgo en sustentabilidad, de la mano de la siembra directa, la ganadería a base de pasturas y los productores trabajando en redes de innovación, como las que tiene Aapresid para realizar ensayos y estudios de incorporación de innovaciones tecnológicas tranqueras adentro.

“El mundo cambió. No podemos abordar los desafíos del siglo XXI con herramientas del siglo XIX”, prosiguió Torres, al ratificar su visión sobre la necesidad de seguir avanzando con la transformación de los paradigmas productivos.

En ese sentido, por ejemplo, consideró “crucial” definir “qué es la agricultura regenerativa, sus objetivos y seleccionar estrategias y técnicas procesos para alcanzar una mirada superadora”.

EL PEDIDO AL GOBIERNO: “MÁS SEÑALES CONCRETAS”

En tanto, aunque evitó entrar en demasiadas consideraciones políticas, no eludió el tema y dejó algunos pedidos al Gobierno.

Vivimos una presión fiscal recurrente y una falta de mirada estratégica, pero hay esperanza en el rumbo tomado. Está la necesidad de dar más señales concretas, como las que se están dando, para que que se libere todo el potencial del campo argentino”, remarcó Torres.

También abogó por “orientar las cadenas de valor”, más allá de “acomodar la macro” hacia la bioeconomía, utilizando como ejemplo “los aviones que llegan a Argentina vacíos” y se pueden recargar con biocombustibles elaborados en base a cultivos que se producen aquí, como colza, camelina o carinata.

“Los productores secuestramos enormes cantidades de carbono y nos deberían pagar por eso”

“En el corto plazo, tenemos problemas de presión fiscal y atraso cambiario, pero a la vez que hay que capturar la oportunidad de largo plazo de que los cultivos y la biomasa sean fuentes de energía”, reiteró.

Al respecto, también pidió “terminar de una vez por todas con muchas falsas dicotomías”, como la que enfrenta la productividad con la regeneración, como si fueran antagónicas.

Como si no pudiéramos maximizar la producción de leche, granos o carne, y a la vez regenerar los suelos. Es lo que muchos productores ya están haciendo. Hay planteos que rinden más y son más eficientes en el uso del agua, potencian la biodiversidad y capturan carbono”, cerró.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio