El próximo martes 8 de octubre se llevará a cabo una nueva edición de Argentina Visión 2040, un evento en el que referentes del agro y la innovación analizarán el horizonte de negocios para el sector y qué se necesita para avanzar en un mayor crecimiento sectorial.
En la previa a la jornada, Infocampo dialogó con disertantes del evento, para entender cuál es la foto actual del agronegocio local y la proyección de los aspectos que deben abordarse para consolidar y potenciar el perfil exportador del complejo agro.
Más allá del perfil de los entrevistados, durante la charla salieron a la superficie una serie de coincidencias: la necesidad de un marco económico y político con estabilidad y señales claras, sinergias entre empresas, industria y productores para impulsar el comercio exterior y un Estado que genere herramientas para llegar en condiciones ventajosas a nuevos mercados.
UNA MANO AYUDA A LA OTRA
Pablo Tamburo se desempeña como CEO de Argensun Foods, una firma con fuerte presencia en girasol confitero y más de 30 años en el mercado.
Con llegada a más de 70 mercados a nivel global, su paleta de productos y servicios incluye granos, semillas, legumbres, frutas frutas deshidratadas, pulpas y puré de frutas y snacks, entre otros.
El directivo es optimista con respecto a la inserción de la agroindustria en el exterior y más allá de las medidas que lleva adelante la Casa Rosada en sus algo más de 9 meses de gestión, consideró que todavía queda camino por recorrer.
“Se deben mejorar muchas ineficiencias estructurales que el país acarrea desde hace tiempo, para que volvamos a ser competitivos. No debemos quedarnos solamente siendo un originador de commodities, sino que también podamos generar empleos”, remarcó.
Tamburo señaló que es un buen momento para generar sinergia con otras empresas y enfocarse en ser más eficientes. “Ahora se viene una etapa donde tenemos que ser 100% eficientes, hay que lograr una agresividad comercial que tampoco estamos acostumbrados a tenerla”, dijo.
Uno de los puntos que según el CEO debilitan el comercio exterior es la falta de tratados comerciales, situación que aprovechan mejor países vecinos como Brasil, Chile o Perú.
De este modo, una macroeconomía ordenada y decisión política para abrir mercados son dos factores para impulsar las exportaciones. A estas variables, sumó una tercera pata, que es la sinergia entre empresas, para complementarse mutuamente.
“Una buena manera de hacerlo es justamente aliarnos con aquellas empresas que antes las podíamos ver como competidores, creo que todos necesitan otra mano”, reflexionó.
Para esto, “también se requiere un profesionalismo en el ámbito empresario al que antes tal vez no estábamos acostumbrados, cada uno miraba lo suyo”.
En paralelo, reconoció que estas alianzas no solo se deben dar entre empresas, sino también entre productores e industria, una dicotomía de larga data en Argentina.
“Tenemos que empezar a ver más un negocio integrado, esa es la manera de generar más valor más valor y no solamente pensar en términos de grandes volúmenes de siembras y cosechas”, afirmó.
EL CASO DE LA CIRUELA DESHIDRATADA
Para graficar el impacto de la falta de tratados comerciales, Tamburo puso como ejemplo el caso de la ciruela deshidratada. Argensun Foods cuenta con una finca propia para la producción y cuentan con una porción relevante del mercado.
Pero toda esta escala -en algunos casos- no es suficiente. “Para exportar a ciertos países del mundo tenemos un arancel del 9%, mientras que Chile tiene cero. Ante esto, ¿cual será la primera opción de esos compradores? Chile tiene una fruta que cada vez más parecida a la de Argentina y si bien arrancaron más tarde, están haciendo las cosas bien”, detalló.
En este punto, consideró que “hay muchos Tratados de Libre Comercio que hay que terminar de concretar, para que tengamos esa misma competitividad, que hoy no la tenemos sumado a la presión tributaria”.
REGLAS CLARAS Y PREVISIBILIDAD
Gastón Podestá, director Estratégico de ADBlick Agro –una de las firmas que organiza Argentina Visión 2040– acredita una extensa carrera en el ámbito corporativo, en donde desde el exterior estuvo al cargo de manejo de negocios globales.
Con este know how a cuestas, entiende que el punto de partida para poder mejorar la apertura hacia el mundo es algo que se escucha a diario, tanto desde la producción, como desde la industria y los empresarios: la necesidad de reglas claras y previsibilidad.
“A pesar que parece algo simple y obvio, en Argentina no se logra sostener las reglas claras y previsibilidad, moneda e intercambio comercial con el mundo, el empresario quiere esto para después buscar la eficiencia del negocio”, explicó.
En su paso por puestos corporativos en el extranjero, Podestá aprendió de la dinámica de negocios y sobre todo, que la estabilidad política y económica permite poner los faros largos a la hora de planificar.
“La forma de pensar los negocios es completamente distinta y a diferencia de Argentina, nadie en el mundo va a pensar una inversión por cuatro años, se piensan las inversiones hasta en plazos de 20 años. En nuestro país, ¿quién piensa en un negocio por más de 10 años?”, preguntó.
A partir de la llegada de Javier Milei a la presidencia, el Gobierno ha tomado una serie de medidas tendientes a reducir la inflación, la burocracia y frenar la inflación.
Si bien por el momento los derechos de exportación seguirán vigentes, comenzó a bajar la tasa de interés, el Impuesto PAÍS se redujo en 10 puntos y se esperan medidas vinculadas a la salida del cepo cambiario.
“Bienvenida la baja de impuestos, el equilibrio fiscal y que se hable de reducir retenciones. Son buenas señales y en este escenario hay que tener calma y ver cuanto se puede sostener todo esto en el tiempo”, concluyó.