“Urge empezar a buscar una salida y bajar las retenciones. Hay que hacerlo ya”, reclamó desde el atril y para el centenar de invitados a la Bolsa de Cereales, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara.
Su reclamo no es nuevo en lo personal, pero tampoco de los sectores ligados a la producción agropecuaria.
Sin embargo, en esta oportunidad, Rivara ahondó en una conversación con Infocampo -una vez realizado el tradicional brindis de fin de año de la Federación- acerca de la chance real de que el Gobierno implemente un cronograma de reducción de los Derechos de Exportación.
“No hay ningún tipo de conversación con los funcionarios del Gobierno al respecto de este punto, por lo menos de parte nuestra. El Gobierno sí es receptivo con respecto a estos temas, incluso el propio Presidente lo dice, de que ‘le han robado al campo para favorecer a otros sectores’, pero después de un año seguimos pagando retenciones y los favorecidos siguen estando”, analizó.
EL DEBATE SOBRE LAS RETENCIONES
Al respecto, como ejemplo, Rivara criticó el régimen que beneficia impositivamente a empresas ensambladoras de Tierra del Fuego.
“Sus titulares son dueños de las mayores fortunas de la Argentina y se les sigue regalando u$s 1.000 millones por año”, recalcó y sumó: “Hablo de empresas que se constituyen bajo determinadas formas judiciales para que no paguen Ganancias”.
“Todos hemos visto la situación de algunas tabacaleras, que es una fortuna de lo que se habla de esos escapes. Y a eso le sumo que personalmente creo que el Gobierno podría haber ajustado mucho más las partidas presupuestarias para algunos departamentos y Secretarías del mismo Gobierno”, calificó.
¿Cuáles son las áreas apuntadas por el dirigente de los Acopiadores? Puntualmente, la decisión que se materializó con el decreto 656/2024 de julio pasado, con el cual el Ejecutivo asignó $ 100.000 millones a la SIDE.
El mismo, de todos modos, sufrió un revés en el Congreso en el mes de agosto y Diputados desautorizó su implementación.
“En este momento de crisis tenés que cuidar el peso, porque estás mandando gente a la quiebra. ¿Es imprescindible o no es imprescindible?”, se preguntó.
DE ‘HÉROES’ A ‘MÁRTIRES’
A la vez, durante su discurso planteó la distancia y los efectos que los productores que no producen en la Pampa Húmeda tienen para con la salida a puertos, marítimos o fluviales.
Desde el atril, en su discurso, exclamó: “Todo el mundo debe tener muy en claro que los productores alejados de los puertos están en riesgo de pasar de héroes a mártires”.
En ese momento sostuvo que los acopios no solo acondicionan sino también almacenan y comercializan “el 45% de la producción granaria argentina, proveen fitosanitarios, fertilizantes, fletes, semillas, combustibles y siembran el 20% de la superficie agrícola del país”.
Más tarde, se explayó sobre este punto en un mano a mano con este medio. “Estamos ante esa situación estamos en esa situación porque ese productor no solamente tiene menos fertilidad, con lo cual tenés menos rinde, sino que aparte debió asumir el costo extra del flete por el sinceramiento de la economía”, indicó.
“¿Vamos a leer en las noticias algún día a la mañana que 500 productores fueron a la quiebra? No, no será así. Cada explotación agropecuaria es distinta, pero está clarísimo que los números son negativos y especialmente los que están lejos del puerto”, sostuvo.
Hoy en día la Federación de Acopiadores está conformada por más de 800 empresas. Se trata de centros de acopio repartidos por todo el país, de las cuales Rivara calificó a la mayoría como “pymes”. El armado de la Federación también incluye a empresas exportadoras.
“Hacer una planta de 40.000 toneladas cuesta u$s 10 millones”, argumentó.
Y sostuvo que “la baja de los precios internacionales de los granos en combinación con la actualización del costo de insumos como el gasoil, el gas o las tasas reales positivas, colocan a la actividad en una zona roja de la cual debemos salir de manera inmediata”, planteó.
En ese marco, subrayó el efecto negativo del derrumbe de la soja, que bajó U$S 200 en 2 años. “Nosotros, los privados, también tenemos nuestros desafíos: debemos aumentar nuestro compromiso con la cadena en lo que hace a las normas comerciales”, explicó.
Y cerró: “Si se lograran solucionar los sobrecostos del fobbing que tienen todas las empresas argentinas, nuestro país tendría un horizonte de grandeza increíble”.