“A las personas que quiero les digo ´esto es una orden, sé feliz´, porque yo creo que, a diario, te toque hacer lo que te toque, tenés que ponerle buena energía y disfrutar cada minuto”.
La cita corresponde al final de la charla con Marisel Codesal, la nueva protagonista de la serie de podcast ELLAS, pero es una pintura clara de cómo ella encara su vida. Se la escucha con energía, se perciben sus sueños y su fortaleza.
Productora de abejas y miel de toda la vida, también fue maestra jardinera (hoy está jubilada) y lideró un taller de costura.
Pero, a solo unas horas del Día del Apicultor (se celebra cada 21 de junio), es un verdadero ejemplo de este rubro: a los 11 años les pidió a sus padres una colmena y se la fue pagando con la producción de miel. Con lo que sobraba se compraba lo que quería.
El amor por las “rubias” empezó con su abuelo, un inmigrante italiano que era carpintero y que en sus ratos libres hacía materiales apícolas para uso personal.
También sus padres continuaron con la apicultura como actividad secundaria, al igual que lo hizo ella, Marisel, mientras ejercía la docencia y mantenía en movimiento el taller de costura.
Hasta que se jubiló y se le puso en la cabeza que quería no sólo tener abejas y producir miel a granel, sino también, fraccionarla y ponerle marca propia. “Quiero miel”, le puso. Hoy tienen una planta de extracción y de fraccionamiento habilitadas como libre de gluten, sin TACC y orgánica.
Las colmenas están en provincia de Buenos Aires; pero la producción orgánica está en San Luis. De allí obtienen, además de miel, polen, jalea real y propóleo.
– Arranquemos cronológicamente: ¿en qué ámbito creciste? ¿Cómo estaba conformada esa familia? ¿Cómo era ese hogar de niña? ¿Quiénes estaban en esa “colmena”?
– En esa colmena de niña había una reina, que era mi madre, y por supuesto su nodriza, yo, que era única hija. Con mi papá y mi tío que era soltero. También mi niñera, que después fue mi tía. Siempre tuve dos papás y dos mamás, como digo siempre. Me crié en el campo hasta los 5 años.
– ¿Qué olores, colores, sabores y aventuras te acordás de esa época?
– Tantos… tantos… por ejemplo, me acuerdo, colores, de las flores de la dama de noche que se abre, me pintaba los labios color de rojo. Olores, a tambo, a cera, a miel. Esos olores inconfundibles que hasta hoy siento. Y después, cada vez que hoy veo una flor de zapallo recuerdo las milanesas de zapallo. Por un lado, ver como las rubias (las abejas) las polinizaban, esa flor intensa, amarilla, y otra ver como mi madre después la preparaba. Hoy la hago para mí y siento el olor y sabor de las que hacía mi madre.
– Terminaste la secundaria, ¿y qué hiciste?
– Hasta los cinco años viví en el campo. Cuando empecé jardín nos vivimos a vivir al pueblo, Facundo Quiroga, que en este momento tiene 2.000 habitantes, que pertenece al partido de Nueve de Julio. Es un pueblo chiquito pero lindo y divertido, está en lo más profundo de mi corazón. Y cada vez que vamos sentimos, mi hija y ni nieto, que nos cobija el pueblo, que no nos queremos volver. Hice primaria y secundaria ahí. Todo muy cerca. Me crié entre muchos primos. Porque esa familia primaria mía, por otro lado, tenía 34 primos por el lado paterno. Fuimos una gran familia. Íbamos cinco al mismo año. Fue muy linda toda esa etapa. Sigo en contacto con casi todos.
– ¿Qué recuerdos te quedaron de la época de maestra jardinera?
– Los niños. Y verlos hoy, como me pasó hoy mismo, que me encontré con uno en el banco, del que fui maestra a los tres años y decirme “Marisel, ¡estás igual de divertida!!”, ja. Me quedan gratos recuerdos de algunos padres y algunos docentes también. Hoy está peor, pero teníamos reclamos de los padres a veces. Nosotros nos habíamos criado con que los docentes tenían razón. Pero lo más importante es que los niños me llenaron el corazón.
– Siendo maestra continuaste la actividad, pero en un momento decidiste que había que dar un salto, de agregar valor a la miel que producían. Empezaste a fraccionar y apareció Quiero miel. ¿Por qué tomaste esa decisión?
– Esto lo vine haciendo desde chica, criada en el campo desde chica, entre abejas y vacas. Estar entre marcos de miel. Eso me llevó a que a los 11 años tuviera mi colmena propia. Mis padres me la quisieron regalar y yo les dije que no, que si no me la vendía no la quería. Me la dieron y se las pagué con la producción, pero que un tambor me lo tenían que dejar todos los años para mí para que yo me comprara lo que quisiera. Al segundo año sólo tuve que pagar dos tambores. En esa época el rinde era más importante que ahora. Entonces a los 12 años mis colmenas fueron propias. Y nunca más dejé de tener colmenas.
– ¿Cuando te jubilaste, qué pasó?
– En una etapa de mi vida, donde también di clases en la terciaria de la carrera de jardín maternal, la actividad la siguió el padre de mi hija. Después de muchos años decidí que quería volver a la actividad por esa pasión que le tengo a las rubias. Y yo quería algo más. Y era como un homenaje a mis abuelos y mis padres. Y una satisfacción para mí. Hacer lo que te gusta y lo que querés no es poco y si te hace feliz, no es poco… espero que algún día, sí, me dé plata (se ríe).
– Hablemos de lo productivo: ¿una colmena cuántas abejas tiene?
– Te mentiría, pero hay miles. Hay una sola reina, pero hemos visto en alguna colmena más de una reina. No es normal. Las nodrizas son las abejas pequeñas que la alimentan a la reina con jalea real. Y ella es la única que vive de tres a siete años, por eso a la jalea real le dicen que se le dice de la juventud eterna. Si no sirve o no pone huevos, las mismas obreras la eliminan y se dan una reina nueva. Las abejas es un mundo maravilloso, ojalá todos los seres humanos pudiéramos copiar la organización, el compañerismo, la cooperación y el pensar en el futuro de una colmena. Pensá que ellas viven 35 días en verano y en invierno de tres a cuatro meses. O sea que trabajan para dejarle alimento a las abejas futuras. No llegan a consumir lo que ellas mismas producen. Son un ejemplo a seguir. Tampoco permiten entrar a la colonia si no llegan con alimento, sea polen, néctar. Y los zánganos son los que fecundan a la reina.
– Mencionaste que hoy hay menos producción que antes. ¿Por qué sucede esto?
– Hay más fumigaciones, más soja que en esa época de chica, entonces no hay tanta floración. Y la soja tiene una flor chiquita de la que podría sacar algo la abeja, pero como está fumigada ella se va para otro lado. Va donde quiere. Por más que la pongas en un campo de girasoles, si ella considera que esa flor es más tóxica que la que tiene a dos kilómetros o tres se va a ir a otro lado. Y le va a avisar a sus compañeras donde están las mejores flores con diferentes formas de vuelo.
– El clima también afecta, ¿no?
– Sí, claro. En esta zona, Facundo Quiroga y una medialuna que son los partidos de Vedia, Lincoln, Nueve de Julio, Carlos Casares, y hemos llegado a General Villegas. En todo ese radio hacía años que no teníamos una producción como la de este año. También tenemos colmenas orgánicas en San Luis. Y este año allá, que siempre se da muy buena la producción, nos falló. Encima este año allá nos robaron. Tremendo. Y en esta zona, tuvimos un tornado. En San Luis también nos pasó que hubo una fumigada en unos apiarios. Tengo las abejas en el freezer para mandarlas a analizar. Veremos.
– ¿Qué productos se obtienen de una colmena además de la consabida miel?
– Muchos productos. Polen, jalea real, propóleo y miel.
– ¿Y qué beneficios tienen?
– El polen está reconocido por tener 22 aminoácidos, que favorece al sistema inmune del organismo, energizante. Está recomendado para los deportistas. Al igual que una cucharada de miel que va directo a todo el sistema. Y la jalea real, la juventud eterna. Y nosotros la jalea real la hacemos con 5 gramos de jalea real con 25 gramos de miel. Porque cuando tratamos de que el consumidor la coma, como es tan ácida la jalea real, y tan amargo que no lo consumían. Entonces decidimos hacer este mix. Y ahí sí consumen el doble de lo que se consume habitualmente. También tenés el propóleo que es antiséptico, anti bactericida, antifúngico, antibiótico y antimicótico.
– ¿Qué es el propóleo?
– Es como una piedrita que las abejas preparan con cera para sellar todos los huequitos de la colmena para pasar el invierno. Se protegen de la humedad, el frío y permiten que esa colmena perdure sana. Y la recomendamos para afecciones de garganta, pero también como tintura madre. Para mejorar defensas. Otra cosa que producimos es miel orgánica, tenemos certificación de eso. También la planta libre de gluten. Estamos luchando por el sello de alimentos argentinos, espero que me escuchen.
– ¿Y qué hay de la apiterapia o apitoxina?
– Las picaduras de abejas son el antiinflamatorio milenario. Yo me hago picar por abejas y no se me acalambra la mano. Yo tenía el túnel del carpo todo pegoteado. A mí me pica alguna abeja en la mano que me duele o me dolía y se me han ido los dolores. La apiterapia es lo mejor, bien manejado, por supuesto.
– ¿A qué hay que estar atentos como consumidores cuando compramos miel?
– La miel blanda la vas a conseguir ni bien la cosechas, porque es época de calor. Recién está extraída, porque pasa por un proceso de calor, filtrado, centrifugado. Esa miel es naturalmente líquida. Después con el frío empieza a cristalizar. A menor humedad la miel empieza a estar más dura. También hay dos o tres mieles que son del norte que no cristalizan. Nosotros recomendamos al consumidor que consuma miel sólida, porque es la única manera que va a saber que está consumiendo miel pura. Aunque entre la ciencia y lo trucho hay una guerra de ver quién va más rápido. No sé hasta cuándo será que no pueden adulterar la miel sólida. La miel líquida pasa por un proceso de calor que no puede pasar los 40 grados, para no quitarle las propiedades de la miel. Lo mismo pasa si le ponés miel a una infusión, no la pongan cuando está caliente, úsenla cuando está tibia. Porque si está caliente le quemamos parte de las propiedades de la miel. O comer la cucharada de la miel.
– ¿Y las mieles adulteradas?
– Hay algo que les digo. Miren el rotulado. Sólo tiene que decir miel. Ni siquiera miel de abejas. Porque es miel. Y si en los ingredientes hay jarabe de fructosa, de arroz, etc, es algo a base de miel. No es miel. Por otro lado, como estamos acostumbrados, si consumen una miel líquida, den vuelta el envase. Y van a ver que hace una burbuja. Si esa burbuja sube lento es porque la miel es más espesa, es miel pura. Si sube más rápido, es porque está adulterada, tiene jarabes y esas otras cosas. Pero mi recomendación es que diga miel en la etiqueta.
– ¿Qué te gusta de lo que hacés hoy? ¿Qué disfrutás?
– Todo, porque en realidad todo lo que te toque lo tenés que hacer con buena energía. Disfruto a mi nieto, hacer huerta, tejer, tuve un taller textil 32 años. Lo cerré. Disfruto haberlo cerrado e ir a la parte que no alquilé y ver qué quedó, me hago algo, le hago algo a mi nieto. Disfruto cada segundo de la vida. Me parece que tendríamos que estar más agradecidos. En cada cosa tenemos que ir encontrando cómo estar felices.
FUERA DEL SURCO
– ¿Te gusta cocinar? ¿Tenés algún plato?
– Pollo al champiñón, con papas fritas, en la olla de hierro, como hacíamos en el campo.
– Si sos de mirar series o películas, ¿qué te gusta?
– De época. “El tiempo entre costuras”, “Velvet”. Esas me gustan.
– Algún lugar que conozcas y que digas “me encantó”
– Me gustó muchísimo Costa Rica sobre el Pacífico, al norte, Tamarindo. Volvería a Europa, España, Italia. No sé si es porque son mis raíces esos dos países.
– ¿Y alguno que te gustaría conocer?
– Me gusta mucho la playa. Me gustaría conocer Aruba. Me gusta viajar.
– La última es si tenés alguna frase de cabecera, algo que quieras compartir…
– Saber disfrutar cada minuto de tu vida con alegría. Aunque me toque hacer trámites. Ponerle la mejor actitud a lo que viene. Y otra muy mía es, “Esto es una orden, sé feliz”. Se la doy a las personas que realmente quiero. Y con respecto a la actividad que hago, siempre digo que donde voy con mi miel hago patria. Gracias por darnos visibilidad. Hoy somos cada vez más mujeres rurales y eso está bueno.
MUJERES EN CAMPAÑA
“ELLAS” es una serie de podcasts realizados por Infocampo con mujeres de campo que inspiran por su historia emprendedora, y que cuenta con el acompañamiento de “Mujeres en Campaña”, una iniciativa de New Holland Agriculture que ya tiene un camino recorrido y embajadoras de distintos lugares del país.
La Iniciativa Mujeres en Campaña (MEC) surgió cuando comenzamos a notar que existen muchas mujeres involucradas en el campo con grandes capacidades y que todas teníamos algo en común: la necesidad de compartir experiencias vinculadas al campo y al trabajo rural, nuestro principal objetivo es visibilizar el rol de la mujer rural en cualquiera de sus tareas sea como cliente o como una referente para el sector”, señaló Natalia Álvarez, referente de Marketing New Holland Argentina.
Desde “Mujeres en Campaña” desarrollaron el concepto de “embajadoras” que permite conocer un poco más de cada una en su rubro y, a su vez, difundir cómo trabajan y cómo se sienten.
El objetivo de este maridaje entre ELLAS y Mujeres en Campaña es llegar a mujeres de distintas edades y distintas zonas geográficas. “Nos enorgullece cuando un padre nos comenta que le recomendó a su hija inscribirse en nuestra plataforma para capacitarse y realizar algún curso de los que ofrecemos”, agregó Álvarez.
Desde la plataforma de MEC, se puede acceder a capacitaciones, foros, talleres, entrevistas y contenido de interés, además, cuenta con una Feria de Emprendedoras para dar a conocer los proyectos que lideran las seguidoras.