Una enfermedad que preocupa: advierten un “incremento marcado” en el carbón del maní

Una enfermedad que preocupa: advierten un “incremento marcado” en el carbón del maní

En la cadena argentina del maní, radicada fundamentalmente en el sur de Córdoba, hay una palabra que cada vez que se escucha genera escozor en los productores: el carbón.

¿Por qué? Porque el “carbón del maní” es una enfermedad que constituye la principal amenaza sanitaria que enfrenta este cultivo en el país.

Tal es así, que incluso es endémica a nivel local y prácticamente no tiene casos similares en otras partes del mundo productoras de este alimento que se exporta casi en un 100%.

El problema es que, lejos de frenarse, un seguimiento que realizan desde el INTA al respecto muestra que el hongo que la provoca ha seguido expandiéndose en los últimos años, y la incidencia también ha crecido.

EL MAPA DEL “CARBÓN DEL MANÍ”

Hemos observado un incremento marcado en la región sur de la provincia de Córdoba, principalmente en los departamentos de Río Cuarto y General Roca, donde hace unos años se observaba una baja presión de la enfermedad, y actualmente se registran lotes con más del 50 % de vainas con carbón”, señaló Juan Andrés Paredes –investigador del Instituto de Patología Vegetal del INTA.

Se trata de un patógeno habitante del suelo, que ganó protagonismo debido a las pérdidas de rendimiento que ocasiona, pero también por su difícil control.

“Como el carbón afecta directamente al grano, esto se traduce en una pérdida significativa del rendimiento. Cuando un lote tiene un 50 % de incidencia, las pérdidas pueden oscilar entre un 25 y 35%”, explicó Paredes.

Los primeros registros sucedieron hace casi 30 años, en 1995. En aquel entonces, la enfermedad se expandió progresivamente, aumentando significativamente su intensidad y prevalencia en el área manisera.

Es causada por un hongo que provoca la transformación de los granos en una masa carbonosa de esporas de color castaño-oscuro.

¿CÓMO ENFRENTAR AL CARBÓN DEL MANÍ?

Uno de los problemas de esta enfermedad, como se mencionó, es que no hay aún un tratamiento químico con fungicidas que logre frenarla.

La clave entonces pasa por la selección genética -recientemente el principal semillero del cultivo lanzó variedades resistentes- y por el monitoreo de los lotes.

Para combatir su presencia, desde el INTA y la Fundación Maní Argentino realizan constantemente un monitoreo sobre el área sembrada. Se trata de un relevamiento sistemático y continuo que permite tener información sobre la distribución, la incidencia y la evolución de la enfermedad de manera regional.

“Los análisis son desarrollados por un equipo de especialistas y son una herramienta fundamental para facilitar la toma de decisiones y la ejecución de estrategias de manejo focalizadas”, indicaron desde el INTA.

Los estudios están basados en estas características y por la importancia del maní en Argentina, especialistas de la Unidad de Fitopatología y Modelización Agrícola del Instituto de Patología Vegetal (IPAVE) del INTA se enfocan en el monitoreo y la generación de mapas de la intensidad del carbón del maní, herramienta que permite conocer la frecuencia y la distribución de la enfermedad.

Con el mismo se identifican regiones con mayor riesgo y así se logran plantear estrategias de manejo en lotes y zonas específicas.

Los análisis son desarrollados por especialistas del Instituto de Patología Vegetal del INTA, en el marco de un convenio con la Fundación Maní Argentino, y son una herramienta fundamental para facilitar la toma de decisiones y la ejecución de estrategias de manejo focalizadas. pic.twitter.com/YhOzPwHLPz

— INTA Informa (@INTAInforma) October 15, 2024

Una de las características más preocupantes de esta enfermedad es la capacidad de sobrevivencia de sus esporas, que pueden mantenerse viables por más de seis años.

Un factor clave en su expansión es en el momento de la cosecha: las esporas pueden ser dispersadas por viento y eso facilita su distribución. Estas características contribuyen significativamente al riesgo epidemiológico asociado a esta enfermedad tan particular.

“Desde la campaña 2014-2015 iniciamos con el registro anual de la enfermedad mediante la toma de muestras de diferentes lotes comerciales en la provincia de Córdoba. Actualmente también se procesan muestras de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa, donde el cultivo del maní está expandiéndose a nuevas áreas de producción”, aseguró Paredes.

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