Si bien los debates por la chicharrita del maíz se quedaron con casi todo el cartel del reciente Congreso Internacional del Maíz, en Córdoba otros aspectos de la agenda generaron impacto entre los presentes.
El gobernador anfitrión Martín Llaryora sentó su postura: afirmó con vehemencia ante una sala llena que la falta de una política sólida y estable en biocombustibles tiene igual impacto que el cobro de retenciones a la exportación, en este caso de granos.
El acto inaugural se hizo en la Sala Syngenta y tuvo presencia de ministros de otras provincias, como Santa Fe y Entre Ríos, más diputados y senadores nacionales. La concurrencia generó a la vez, tal vez imprevistamente, que los organizadores decidieran la demora de lo que sucedía en la otra de las salas, la Bayer.
Allí se transmitió a través de las pantallas gigantes lo que pasaba a unos 50 metros, donde la capacidad había pasado su límite.
En la sala Bayer uno de los que iba a hablar casi en simultáneo al gobernador Llaryora era Roberto Urquía, CEO de Aceitera General Deheza y también un hombre con pasado en el peronismo y la representación política.
Dos horas después, tras el panel “Bioetanol: estrategia y desarrollo” que compartió junto al ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba Fabián López, habló con Infocampo.
El encuentro con este medio debió esperar unos minutos porque un puñado de jóvenes asistentes al CIM quiso acercarse, saludarlo y conversar unos minutos con el exsenador del Frente para la Victoria.
-¿Qué siente cuando alguien viene a pedirle un consejo?
-Uno trata de trasladar la experiencia y hoy hay mucha gente que piensa en emigrar, que está cansada de este país. Pero esto es una bisagra y para los que estamos relacionados al campo y la agroindustria va a ser bueno, entonces tenemos que seguir trabajando porque Argentina tiene condiciones naturales para ser el proveedor más importante de alimentos del mundo.
-¿Ve inseguridad en los jóvenes emprendedores?
-Yo veo gente con muchas ansias de progreso e ideas con muchos temas interesantes. Recién me consultaban por la producción de etanol, que requiere una inversión muy importante, y no hay otra alternativa que el asociativismo. No es fácil, porque en realidad uno tiene que acostumbrarse a respetar las ideas de los demás y que los demás respeten la de uno. Nosotros venimos de una empresa de familia que con el asociativismo logró progresar mucho, pero tuvimos que educarnos para eso.
-El gobernador Llaryora fue vehemente e igualó el impacto negativo de la falta de una política estable en biocombustibles al igual que el efecto de las retenciones. ¿Coincide?
-Fue muy bueno su discurso. Yo creo que la política histórica de este país, en la cual yo participé como senador durante seis años y también siento una parte de la culpa, tiene que cambiar su pensamiento.
-¿Cuál sería ese cambio?
-Hay que pensar en que los Estados tienen que ser fuertes, pero chicos. No pueden ser mega Estados. Dios quiera que vengan pronto inversiones para Vaca Muerta, para el litio. Pero mientras tanto quien está poniéndole el hombro a la economía del país es el campo, que está pagando derechos de exportación y recibiendo un tipo de cambio que no es el real.
– ¿De cuánto debería ser?
– Hoy está $100 o $200 pesos más caro. Así que cuando eso se neutralice y las retenciones se atenúen, el campo va a explotar.
-¿Y cuánto tiempo creés que el Gobierno puede sostener este precio del dólar?
-Bueno, la verdad es que es difícil decirlo porque hay que estar ahí, en la cocina. Pero hasta ahora el Gobierno ha cumplido con las cosas que prometió: anunció que iba a reducir el Impuesto PAÍS y a partir del lunes bajará 10 puntos para las importaciones. Así que espero que le vaya muy bien porque este país no merece estar como está. Soy muy optimista y roguemos a Dios que lo ayude al Presidente para que salgamos adelante, y pronto.
-¿Te gusta el estilo de Milei?
-Tenemos que apoyarlo al Presidente, no hay ninguna duda. Milei trabaja mucho. En lo personal, a mí me gustaría que hubiera más ‘Francos’.
-¿Más ‘Guillermos Francos’?
-Más ‘Guillermos Francos’. Porque este hombre se debate solo permanentemente. (NdR: se corrije) Está el ministro de Economía también. Pero me gustaría que hubiera una decena de colaboradores de importancia, como estos dos casos, porque eso le daría al Presidente más tranquilidad para para hacer otras cosas. Pero bueno, son estilos de trabajo y uno no puede criticar porque cada uno tiene el suyo. Y además hasta ahora no le ha ido mal.
-Hoy el oficialismo atraviesa una crisis interna producto de fuertes peleas en el Congreso. ¿Cómo creés que se dirimen este tipo de situaciones?
–Eso hay que superarlo porque son cuestiones menores. En Argentina no tenemos problemas de distintas religiones como sí pasa en Oriente Medio. No hay problemas raciales. Creo que cosas como las que han pasado en el Parlamento son fuegos artificiales y que la gente que está ahí tiene que dejarse de joder, y aprobar lo que es bueno y reprobar lo que no es bueno. Dejar de pensar en ideologías y pensar en el país.
-Y como peronista, ¿qué ve que está pasando en ese espacio?
-Que se está reordenando. El peronismo tiene una línea que es la del kirchnerismo y esa línea tiene en sus manos la provincia de Buenos Aires, la más grande del país. También está el otro sector, el del peronismo ortodoxo, que indudablemente está trabajando bien. Es el de Miguel Ángel Pichetto y un conjunto de gente y que me parece que puede ser una alternativa hacia el futuro, si es que se la requiere. Me refiero en el peronismo histórico y tradicional, no lo digo por el kirchnerismo. La gente le dio un crédito al kirchnerismo y éste no se lo devolvió a la gente.
Roberto Urquía: “El maltrato a la soja hace que el país pierda millones de dólares”
-¿Y el cordobesismo? ¿Puede en algún momento volver a participar en el espacio peronista en general o ya es una bifurcación definitiva?
-Espero que no. En política nada es definitivo. El cordobesismo viene trabajando bien y abre su espacio a personas de otros partidos e ideologías, hay que pensar en el país o la provincia, pero no de dónde provenimos. Eso es lo que nos tilda.
-¿Qué fue lo que más le dolió del Gobierno de Alberto Fernández?
-Bueno, todas estas cosas que están saliendo a luz son muy tristes y no me gustan para nada. Son cosas que nunca me imaginé que podían suceder.
-¿Le sorprendieron?
-Mucho. (NdR: piensa unos segundos). Es muy triste todo lo que estamos viendo porque en realidad, si uno no funciona con otra persona, lo que tiene que hacer es seguir cada uno por su lado y resguardarse, pero no ir por ahí.
SOJA: INVERSIONES Y POLÉMICA CON LA UNIÓN EUROPEA
Pocos meses atrás Gustavo Idígoras, el presidente de CIARA – CEC, la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina y el Centro Exportador de Cereales fue contundente y salió rudamente a manifestar un mensaje de alerta de parte de los empresarios ligados al mundo de la soja.
“Argentina es una jubilada de la agricultura y vamos hacia el fracaso total de la industria aceitera”, le dijo en su momento al sitio Rosario3. Semanas después lo ratificó en una charla con Infocampo y aseguró: “El agro también perdió una inversión como la de Petronas en Bahía Blanca. Y solo por la inacción”
Gustavo Idígoras: “El agro también perdió una inversión como la de Petronas en Bahía Blanca”
-¿Convalida el mensaje de Idígoras?
-Sí, coincido totalmente. Lo que quiso decir es ‘sáquenle este el pie encima de la soja’ porque no puede ser que tenga el 33% de retenciones y Brasil, que creció a niveles de 150 millones de toneladas, sea libre de retenciones. Entonces ¿Argentina por qué no crece? No porque la soja sea mala, no crece porque está asfixiada y pisada. Sus declaraciones fueron fuertes pero reales.
-¿Hace bien la Mesa de Enlace en resistir lo que demanda la Unión Europea en materia ambiental?
-Creo que los europeos exageran demasiado y que hay que lograr un punto intermedio en donde haya exigencias de cuidado del medio ambiente, pero que ellos también respeten y piensen que Europa, 100 años atrás, tenía muchos bosques que fueron aniquilados. En eso no se fijan. Ellos también tienen parte de la culpa del calentamiento global porque junto a Estados Unidos han sido los primeros deforestadores del mundo. Y ahora nos exigen a nosotros que seamos cuidadosos. Cosa que debemos ser.
-¿Cómo se debe proceder?
-El comercio internacional tiene trabas arancelarias y ‘paraarancelarias’. Yo encuadraría una parte de todo esto en el segundo de los casos. Tenemos que ser cuidadosos e ir a negociaciones más o menos coherentes y lógicas, y por eso hablé de la necesidad de haya un departamento de negociaciones económicas internacionales muy fuerte, eso nos ayudaría.
-¿Cual debería ser el papel del Mercosur?
-Es importante, pero allí competimos con Brasil, con Uruguay y Paraguay en muchos productos. Me parece que tenemos que trabajar juntos, pero a veces las negociaciones unilaterales son rápidas y más efectivas que las multilaterales.