AgriGlobal Crop Solutions es una empresa argentina, cuya principal rama de negocios le permitió obtener un crecimiento muy importante durante los últimos años.
Sobre todo, ofreciendo cebos para el control de plagas. Se trata de un mercado donde la firma ocupa prácticamente el 50% del market share.
Gracias a esta línea de negocio revolucionario para la empresa, en los últimos 10 años le permitió aumentar las ventas un 200%.
No obstante, desde hace unos años lanzó una nueva línea de desarrollos en el campo de los productos biológicos, llevando a este segmento las tecnologías de granulación, las que fueron perfeccionadas durante toda su trayectoria.
“Estamos comprometidos con la sostenibilidad y trabajando para que, en el futuro, todos nuestros productos, incluyendo los cebos, sean respetuosos con el medio ambiente y libres de toxicidad”, sostienen desde AgriGlobal Crop Solutions.
UNA NUEVA ERA EN LOS BIOLÓGICOS
Mediante un gran trabajo de desarrollo e investigación, la empresa lanzó BIOMATRIX, una matriz sólida granulada diseñada para albergar agentes biológicos.
Esta solución moderna y revolucionaria, funciona como medio de transporte para colocar a los microorganismos en su sitio de acción, ofrecerles protección y soporte nutricional.
La BIOMATRIX se convierte en el refugio ideal para los microorganismos, resguardándolos de factores externos que podrían comprometer su viabilidad.
Este entorno seguro garantiza que los activos biológicos lleguen al cultivo en condiciones óptimas para realizar las funciones por las que fueron seleccionados, mejorando así la efectividad de los tratamientos biológicos.
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Con la BIOMATRIX, AgriGlobal logró transformar el modo en que los agentes biológicos interactúan con los cultivos, proporcionando una solución que minimiza el efecto de factores externos y maximiza la eficiencia de los microorganismos.
“Es un avance crucial en el camino hacia la sostenibilidad y la innovación en la agricultura”, expresan convencidos sus creadores.
CLAVES PARA EL ÉXITO
Uno de los principales inconvenientes de los bioinsumos tradicionales es que los agentes biológicos se encuentran muy expuestos a diferentes factores que pueden reducir su supervivencia.
Entre ellos, factores climáticos, mezclas con otros productos, maquinarias, condiciones de almacenamiento, incompatibilidades, que son algunas de las variables que pueden alterar la condición de los microorganismos aplicados y reducir el éxito de su empleo.
En este caso, esta matriz de última generación minimiza estos riesgos, y les permite a los microorganismos expresar su potencial para contribuir con el aumento del rendimiento de los cultivos.
Por otra parte, es clave que la BIOMATRIX permite incluir junto con los agentes biológicos, todos los nutrientes necesarios para optimizar su fase de crecimiento inicial, permitiendo que se encuentren en las mejores condiciones hasta que puedan alcanzar las raíces del cultivo.
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Esta combinación nutricional dentro de la BIOMATRIX, puede realizarse a la medida y necesidades de cada activo biológico incorporado de modo de obtener la combinación específica que permita a cada microorganismo expresar su potencial.
Esta tecnología puede ser aplicada incluso a cultivos y en situaciones donde hasta ahora no podía incluirse un tratamiento biológico, como por ejemplo en el cultivo de maíz donde las semillas ya disponen de un tratamiento químico y que a su vez diversas garantías imposibilitan la aplicación de otro producto.
La utilización de la BIOMATRIX permite realizar la aplicación del producto biológico de manera independiente, ampliando su campo de acción.
Además la BIOMATRIX tiene la capacidad para mantener la integridad del microorganismo durante el almacenamiento, asegurando su máxima eficiencia hasta al momento de la aplicación.
EL PRIMER PRODUCTO AL MERCADO
La BIOMATRIX abre la puerta a nuevos desarrollos, permitiendo aprovechar al máximo el potencial de diferentes agentes biológicos.
Actualmente, se exploran nuevas combinaciones de microorganismos y se desarrollan soluciones innovadoras que “apilan” diversas funciones en un mismo vehículo, llevando la eficiencia y sostenibilidad agrícola a otro nivel.
En ese marco, GRADIX es el primer producto en incorporar la tecnología BIOMATRIX. Es un biofertilizante que, basado en esta tecnología, incorpora una cepa específica del hongo Trichodermaharzianum que fue seleccionada, en conjunto con INTA en Argentina y EMBRAPA en Brasil, por sus excelentes propiedades promotoras del crecimiento vegetal.
Hay más de 400 productos registrados en el mundo con Trichoderma como ingrediente activo, y más del 85% de ellos se presentan en formulaciones para aplicar en vía líquida. A su vez, para GRADIX, la firma argentina utiliza una cepa exclusiva de Trichoderma, obtenida a partir de un proceso de selección de diversos microorganismos obtenidos desde numerosas muestras de suelo en diferentes regiones.
La cepa seleccionada fue la que presentaba las mejores cualidades como promotora del crecimiento, entre los que se destacan como propiedades fundamentales:
Potenciador de crecimiento (PGPF): Activa la secreción de hormonas de crecimiento en la planta, promoviendo un desarrollo más vigoroso y saludable.
Solubilización de fosfatos: Aumenta la disponibilidad de fósforo en el suelo, facilitando su absorción por la planta y optimizando el uso de este nutriente esencial.
Control de patógenos: Actúa eficazmente contra una amplia gama de enfermedades fúngicas, como Fusarium y Rhizoctonia, protegiendo los cultivos de infecciones perjudiciales.
UN ENFOQUE INTEGRAL
A diferencia de otras Trichodermas que se enfocan principalmente sobre el control de patógenos y cuya efectividad es variable, en parte por la pérdida de viabilidad del microorganismo por los factores externos, esta Trichodermaofrece un enfoque integral que garantiza resultados consistentes en todas sus funciones.
GRADIX y la tecnología BIOMATRIX permiten llevar a este microorganismo cercano a las raíces de las plantas en una buena condición para que pueda expresar su potencial sobre el cultivo. Una vez que el producto llega al suelo, el microorganismo comienza a crecer desde la matriz y sus hifas alcanzan las raíces donde comienza esta interacción con el cultivo y la rizosfera.
“Se han realizado numerosas evaluaciones en estos cultivos a través de diferentes campañas y se observan excelentes resultados. En algunos casos se detectan diferencias en la parte vegetativa, principalmente un mayor desarrollo radicular en las áreas tratadas y esto se está traduciendo en incrementos de rendimientos entre en 5 y el 8% en cultivos de fina, y entre el 5 y el 15% en cultivos como el maíz”, cuentan quienes llevaron a cabo los ensayos.
Por otra parte, diversos estudios se enfocan en comprender mejor los mecanismos que generan estos resultados positivos. Entre los factores principales destacan la solubilización de compuestos fosforados y la secreción de hormonas de crecimiento.
Estos mecanismos se traducen en beneficios clave: mayor biomasa, mayor volumen radicular, mejor exploración del suelo, mejor infiltración de agua y oxígeno, mayor aporte de rastrojo y aumento en la materia seca y orgánica, entre otros. Estos efectos, junto con otros posibles aportes, están siendo investigados en profundidad.
Uno de los mecanismos de aplicación con los que más se está utilizando es la mezcla con el fertilizante fosforado a la siembra. De esta forma el producto puede alcanzar la zona cercana a las raíces y así mejorar la eficiencia de colonización del microorganismo sobre el cultivo.