La salud de la lechería argentina continúa complicada, pero en los últimos días una serie de reportes han empezado a destacar algunas luces al final del túnel que permitirían que al menos el sector salga de la terapia intensiva.
Luego de que se difundiera la mala noticia de que los tambos sufrieron un fuerte derrumbe productivo en el primer bimestre, la buena fue que febrero marcó un quiebre en la situación de quebranto que venían mostrando los establecimientos desde fines de 2023.
Según el informe que elabora todos los meses el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el mes pasado los tambos tuvieron ingresos teóricos que superaron a los costos por primera vez en seis meses, y tras sufrir en enero y febrero la peor caída de rentabilidad desde que se tienen registros.
“Como lo veníamos informando en oportunidades anteriores, se había producido un fuerte desacople en diciembre (por la devaluación y alta inflación), entre precios y costos, y señalábamos que los precios de la leche venían creciendo por encima de la inflación y que pronto se produciría la convergencia. Es por ello que ya en febrero se puede observar una tasa de rentabilidad positiva (1,04%)”, remarca el estudio del OCLA.
Sin embargo, aclara que esto no alcanza para lograr el precio de equilibrio ($ 330,71 para febrero) que exige una rentabilidad mínima del 5% como Costos de Oportunidad del Capital Invertido.
LA LECHERÍA LE PONE FICHAS A LAS EXPORTACIONES
En su análisis mensual de “apuntes para empresas”, la consultora Zorraquin+Meneses habla también del negocio lechero y destaca el aumento que tuvo la leche del 19,6% en febrero, respecto a enero ($ 291,69 $/litro – 4.172,76 $/kilo de sólido), y que significa un 294% más que un año atrás, pudiendo seguir así el ritmo inflacionario.
Además, las primeras proyecciones para las liquidaciones de marzo que comenzarán a pagarse la próxima semana indican un precio por litro que se ubicaría en $ 320; es decir, otro 10% más de suba.
“Medido en dólares oficiales, el precio es de 0,34 $/litro, un valor atractivo en la medida que no haya brechas o diferenciales con el dólar utilizado para los insumos, algo que todavía está presente”, advierte el informe de Teo Zorraquin y Alejandro Meneses.
¿La clave? Las exportaciones. Según datos de la Dirección Nacional de Lechería, en el primer bimestre se exportaron más de 70.000 toneladas, lo que implica un alza interanual del 11%, aunque el crecimiento en la facturación fue menor (1%), como consecuencia de la caída de los precios internacionales.
Con todo, estas cifras significan que el 32% de la producción de leche nacional; es decir, uno de cada tres litros ordeñados en los tambos, terminó en el exterior, una proporción superior al promedio histórico.
“Haber quitado las retenciones (que no deberían volver) y eliminar las restricciones de exportación ayudó a recuperar y sostener precios. A nivel internacional, los reportes indican que la demanda se sostendrá firme en los países importadores de lácteos, aunque este mes se ha registrado una leve caída del 4% en el precio de la leche de polvo entera y quizás tarde en recuperarse. En este escenario, los tambos empiezan lentamente a recomponer sus finanzas y a recuperar rentabilidad”, señala al respecto Zorraquin+Meneses.
Sin embargo, los nubarrones siguen: aunque los costos de suplementación están en cierto modo controlados por un precio internacional del maíz deprimido y el anclaje cambiario, los costos generales (salarios, arrendamientos, impuestos, servicios, insumos) siguen subiendo en muchos casos por encima de la inflación, reduciendo una buena parte del beneficio logrado por el aumento de precio de la leche.
EL CLIMA, OTRO VIENTO A FAVOR PARA LA LECHERÍA
Por otra parte, la consultora también menciona que el clima juega su rol, ya que la producción de forraje (pasturas y verdeos) así como el de maíz para silo, define una buena parte de la oferta alimenticia de los rodeos.
El inicio de año, con muy buenas lluvias sobre todo en febrero, marca la posibilidad de confeccionar buenas reservas para el invierno, aunque el posible retorno de La Niña en la primavera abre la incertidumbre y obliga, según los analistas, a “calibrar más ajustadamente la carga y la necesidad de suplementación”.
Van los Apuntes de marzo. No pasa nada. Y pasa de todo. https://t.co/cPHuchlfEl pic.twitter.com/1yzeAXyIJX
— Teo Zorraquin (@TeoZorraquinZM) March 25, 2024
Sobre este tema se refieren también los tamberos nucleados en la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), en su panorama mensual.
Allí mencionan que la caída de producción del primer bimestre “asusta, pero no sorprende”, porque tiene que ver con la sequía de 2023 y el “mal manejo de la macroeconomía”, que “golpearon duro a los productores, que quedaron descapitalizados y exigidos para lograr su recomposición financiera”.
En relación al clima, remarcan: “Hacia adelante, puede ayudarnos tener mejores condiciones para instalar pasturas y verdeos, contar con más reservas y relaciones de precio aceptables con granos/concentrados”.
No obstante, alertan que “así y todo, los costos están altísimos, y es probable que, por habernos sobrevendido, nos vayan a faltar vacas”.
El gran temor entre los productores bonaerenses es que, si bien las exportaciones están traccionando, el consumo interno sigue siendo el principal destino del ordeñe y está muy debilitado por la inflación, al punto que hay numerosas empresas lácteas pensando en frenar aumentos ante las menores compras.
“Con mucho menos producción que en 2023 y un consumo muy debilitado, las ventas internas de lácteos cayeron a principios de año y las externas crecieron (la demanda, allí, está activa). En los tambos, el precio actual no da para recomponer los números. Y si eso es así ahora, con poca leche ¿Qué nos espera en pocas semanas, con las pariciones y mayor volúmen?”, se preocupan.
Por eso, coinciden en que por ahora la esperanza está puesta en el comercio exterior: “La macro va a tardar en arreglarse, y es claro que hoy la única salida viable para la cadena pasa por exportar más y apuntalar el precio de la leche”.
🐮Hoy la única salida viable pasa por exportar más y apuntalar el precio de la leche
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— CAPROLECOBA (@CuencaOeste) March 25, 2024
CRÉDITOS EN LITROS DE LECHE
En todo este contexto, una luz más al final del camino la aportó recientemente el director Nacional de Lechería, Sebastián Alconada, al visitar Rafaela (Santa Fe).
Allí mencionó que el Gobierno está trabajando para lanzar créditos a pagar en litros de leche, y que se instrumentarían en base a la información que se publica de manera mensual en el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLEA) sobre el precio de este producto.
¿Qué falta para que esto avance? Primero, modificar la Ley de Convertibilidad; y segundo, que se involucre un banco, que en principio sería el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
A los tamberos les entusiasma esta posibilidad, aunque todavía no celebran: “Se habla de 90 días como plazo para alguna confirmación. Aunque por ahora se ve como una gestión de buena fe”.