El economista José Luis Espert, actual diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), cada vez que está frente a una audiencia agropecuaria recuerda que nació, creció y aún se mantiene dentro de familias de productores.
En el marco del Congreso Maizar, repasó además un hecho que lo tuvo como protagonista en los últimos meses: fue uno de los principales impulsores de la revuelta popular en Villa Saralegui, un pueblo santafesino que terminó siendo intervenido por el Gobierno de esa provincia a raíz de múltiples irregularidades por parte de su jefe comunal.
“Comiencen rebeliones fiscales en todos los municipios donde el intendente no dé contraprestación de las tasas. Yo empecé en Villa Saralegui junto con la familia de mi esposa, donde derrocamos al jefe de la comuna, con ayuda de Maximiliano Pullaro (gobernador de Santa Fe)”, expresó Espert.
Su mensaje fue directo hacia el principal reclamo que desde hace años lleva adelante el campo: la alta presión impositiva; fundamentalmente por las retenciones, pero también por la gran cantidad de tasas que se pagan en muchos municipios, como por ejemplo las contribuciones para obras viales, pero que no tienen contraprestación alguna.
La ola de “impuestazos” de los municipios contra el campo, una alerta en las entidades rurales
REBELIÓN FISCAL E IMPUESTOS MUNICIPALES
De todos modos, Espert hizo foco en que esto sucede porque “Argentina no tiene nada de federal”, ya que consideró que es algo que debería modificarse el hecho de que los municipios no puedan cobrar impuestos.
“Empecemos a invertir la pirámide”, opinó Espert, al hacer referencia a que el Estado nacional solo debería ocupar un lugar pequeño en la pirámide donde la base deberían ser los municipios, con una responsabilidad más grande, seguidos por los gobiernos provinciales.
“Soy nacido en Pergamino, y el intendente, con la estructura antifederal de hoy, termina siendo un mero delegado de la provincia de Buenos Aires. Tenemos que invertir esta pirámide, los municipios deberían recaudar impuestos, eliminando las tasas, y que el intendente pague el costo político. Muchos intendentes me han dicho que podrían recaudar tranquilamente el inmobiliario rural”, graficó.
Desde su punto de vista, el Gobierno nacional debería tener potestades de gasto pequeñas, para hacerse cargo, por ejemplo, de la defensa, de la diplomacia y “algo de la Justicia”. “Acerquemos al contribuyente con el político, para que quede claro quién recauda”, propuso.
“SIN CAMPO NO HAY NACIÓN”
Por otra parte, Espert repitió las elogiosas palabras que suele emitir frecuentemente en relación a los productores argentinos.
“Sin campo no hay Nación; si la Nación no se alinea a los intereses del sector agropecuario, seguirá siendo una villa miseria, que es el lugar en el que el maldito kirchnerismo nos dejó y del cual, con el liderazgo del presidente (Javier) Milei, estamos tratando de salir”, disparó.
Sobre la posibilidad de modificar políticas desde el Congreso, recordó que el Gobierno es minoría y eso implica que haya aspectos que no avanzan.
“Si fuéramos mayoría no habría retenciones a las exportaciones, las provincias recaudarían impuestos y la AFIP lo haría menos. Habría realmente federalismo, que está muy alineado a los intereses del campo; los municipios cobrarían impuestos y se eliminarían todas las tasas”, insistió.
Y, en referencia a la apertura a las importaciones, manifestó: “Las verdaderas batallas se libran desde la política. Por suerte tenemos un Presidente que tiene en claro la importancia de la libertad, y libertad implica libertad de comercio. El agro tiene que dar batalla también para que Argentina se abra al comercio mundial. Tan malo como las retenciones es tener una economía cerrada”.
En tanto, siguiendo con la labor del Congreso, opinó que un problema es que en el recinto legislativo se piensa al agro como “un conjunto de gordos ricachones que no trabajan todos los días de sol a sol”.
DARDOS A KICILLOF
Por otra parte, aprovechó la oportunidad para atacar con mucha dureza al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al que tildó de “inútil esférico” y “energúmeno”.
“Con un presidente como Javier Milei tenemos una oportunidad para empezar a mirar el largo plazo de una manera diferente a lo que veíamos en la pesadilla de fines del año pasado”, enfatizó.
Y prosiguió: “No puede ser que en la provincia de Buenos Aires, en la zona núcleo, tengamos al comunismo gobernando; no puede ser que esté gobernada por un inútil esférico como Kicillof, que no está consustanciado con los intereses del agro, sino que lo ve como un problema”.
“Tengo la esperanza de que la oposición irá unida en las próximas elecciones, para sacar a este energúmeno de la provincia de Buenos Aires”, añadió.