Nada es un impedimento cuando el sueño de emprender gana la pulseada en la vida. Por eso, Matías Borda (27) y Nicolás Álvarez (29) se hicieron amigos en el ámbito de la Universidad Nacional de La Plata, y aunque estudiaron carreras diferentes y que nada tienen que ver con el agro, sus ganas de progresar en un sector que conocían desde niño, los impulsó a buscar ese horizonte en la vida.
Uno cursó la carrera de diseñador industrial, el otro está terminando abogacía. Ambos unieron sus saberes adquiridos en la universidad pública para ingresar en un sector que nunca deja de sorprender y le brinda oportunidades a todos.
“En uno de los momentos más duros de nuestras vidas como fue la pandemia, tomamos la iniciativa de buscar algo para emprender de manera asociativa. En ese momento lo pensamos, parecía algo lejano, pero lo pudimos conseguir con el tiempo”, dice entusiasmado Borda, quien es oriundo de la localidad bonaerense de 25 de Mayo.
Trabajen duro!!
Sin esfuerzo no hay recompensa!!
Además rodeense de buena gente, de la que está siempre para lo que sea, la que te ayuda por más que estén cansados, la que siempre te va a dar una mano, DE LA QUE FESTEJA TUS TRIUNFOS COMO PROPIOS 💪🏾
Gracias amigo!! pic.twitter.com/WxiK2ffO6f
— Mati Borda (@matii_borda) March 5, 2024
Álvarez vive en La Plata, donde continúa estudiando, pero sus padres son de esta ciudad bonaerense. Este motivo, fue el que los encontró y los unió en la capital de la provincia, aunque nunca se habían conocido antes.
“Nos conocimos en La Plata por intermedio de otro amigo y fuimos generando un vinculo de amistad que luego se transformó en una relación de sociedad, al darnos cuenta que ambos queríamos emprender en algún negocio en común”, admite Matías en diálogo con Infocampo.
Fue así que se propusieron adquirir una maquina pulverizadora usada para realizar trabajos a terceros en la zona de 25 de Mayo.
“El antiguo dueño de la máquina nos financió el equipo sin conocernos demasiado, y tuvimos el apoyo de mucha gente para comenzar con nuestro sueño. Son gestos que nos fortalece y nos marcan el camino”, indicó el entrevistado.
AMIGOS EMPRENDEDORES: REPARANDO ILUSIONES
Luego de dejar la gran ciudad para mudarse al interior de la provincia, Borda debió aportar parte de sus conocimientos en diseño industrial para poner en funcionamiento su nueva adquisición. Con el apoyo de su amigo Nicolás, repararon el equipo y lo dejaron en perfectas condiciones para comenzar a trabajar.
“Hoy estamos ofreciendo nuestro servicio en la zona de 25 de Mayo, realizando todas las labores que se pueden llevar a cabo con esta máquina. Desde aplicación de herbicidas hasta insecticidas y fungicidas”, destacó el apasionado joven.
Los nuevos socios coinciden que la vida no es fácil en el campo. Pero se reconfortan al saber que “siempre hay alguien que te da una mano”.
“Los dos somos agradecidos de la gente que nos rodea, porque el pueblo es chico, pero en el sector nos abrieron las puertas por trabajo, incluso nos llaman desde ciudades vecinas”, cuenta Matías, portando un espíritu de bondad inquebrantable.
“Desde chico fui a una escuela agropecuaria y conozco a la perfección el trabajo del hombre de campo, su sacrificio y los problemas que tiene. Por ello entendemos que debemos imitar esa filosofía de vida para tener éxito en nuestra meta”, expresó.
OPORTUNIDAD PARA APROVECHAR
Junto a su socio y amigo buscarán “progresar y hacer siempre el mejor trabajo posible en cada lote” al que le toque ingresar con la pulverizadora.
En ese marco, destaca la importancia de compartir contenido en las redes sociales, no solo para que los contraten por sus servicios de pulverización, sino para que “se conozca todo el esfuerzo que hay en el campo”.
“Hace tiempo diseñé una red social, @agro_elpernogastado, para mostrar el esfuerzo del agro y su gente. Creó que es un sector que necesita más visualización, porque muchos en las ciudades desconocen su importancia, no solo sobre su derrame económico en los pueblos, sino también en lo positivo que es para el país”, argumentó.
Además, no dejó de invitar a otros emprendedores a tomar un desafío similar al que abordaron estos dos amigos.
“En el campo hay muchas oportunidades laborales. Mi familia es muy de ciudad, nadie entiende bien por qué me gusta tanto el campo, pero soy un convencido de que si te enfocás, trabajás y le metés para adelante, las puertas se abren para todos. Solo hay que ser buena gente y todo llega”, reflexionó.
En el futuro tienen pensado producir, porque ven en ese segmento una oportunidad enorme para crecer. “Nos gustaría ser productores, arrendar unas hectáreas para representar a esa gran fábrica a cielo abierto que es el campo”, sueñan los emprendedores.